5.3 REDES SOCIALES
HISTORIETA

El día que Alicia descubrió que había “otra” Alicia

“Elisa, agrégame a Facebook. Así me pasas las fotos del Congreso que ha sido genial”, comentó Alicia antes de despedirse, después de un duro día de trabajo.
Alicia llegó a casa deseando tener ya a Elisa como amiga en su perfil y las fotos a su alcance, pero no fue así. Pasaban y pasaban los días y las fotos no llegaban. Alicia se molestó mucho, no entendía cómo podía ser tan poco seria.
Cuando se vieron en la oficina, Alicia fue directa a hablar con Elisa.
- Me he quedado toda la semana esperando las fotos, ¿no sueles utilizar Facebook?- Pero si te agregué esa misma noche. Busqué “Alicia Martínez” y cuando me aceptaste la solicitud de amistad te pasé las fotos…- ¿Alicia Martínez? ¡Si mi Facebook es “Alicia Maravilla”!
Ambas se miraron y no pudieron parar de reír. El asunto estaba claro. Elisa había agregado a otra Alicia y las fotos ahora estaban en poder de esa “otra” Alicia.
Las redes sociales nos permiten comunicarnos con otras personas y compartir nuestras opiniones, gustos personales, fotografías, etc. De esta forma, se convierten en un almacén de información personal. Además, mediante ellas, podemos ampliar nuestras relaciones profesionales, personales o, simplemente, compartir aficiones. Pero es fundamental que consideremos algunos consejos y los posibles riesgos para disfrutar de ellas de una forma segura.
Cuidado con lo que publicas
Cada
vez que publicamos algo en una red social perdemos el control sobre
ese contenido. Aunque lo borremos, quedará como mínimo registrado
en los servidores de la red social y cualquiera que lo haya visto
puede haber hecho uso de esa información, ya sea difundiéndola o
copiándola.
Debemos
valorar qué queremos publicar, especialmente teniendo en cuenta
nuestra configuración de la privacidad y en consecuencia quién
podrá ver toda esa información.
Cuida tu privacidad
Todas
las redes sociales disponen de diferentes controles para proteger
nuestra privacidad.
Debemos
aprender a utilizar y configurar adecuadamente las opciones de
privacidad de nuestro perfil. De esta forma sólo tendrán acceso a
nuestros datos las personas que establezcamos y reduciremos el riesgo
de que pudiera ser utilizada con fines malintencionados.
Cuidado con los permisos de las aplicaciones
Existen
multitud de juegos
y aplicaciones disponibles
en las redes sociales, algunos de ellos muy populares: Candy Crush
Saga, Instagram, Farmville, etc. La mayoría están desarrollados por
terceras empresas.
Para
poder utilizarlos, debemos aceptar ciertas condiciones y permisos de
acceso a nuestro perfil que, en ocasiones, se activan simplemente
pulsando el botón de “Jugar”, como en la imagen que vemos a
continuación:
Debemos
ser muy precavidos con los permisos que damos a las aplicaciones y
evitar aquellas que requieren autorizaciones que no son necesarias
(acceso al correo
electrónico,
fotografías, información de nuestros contactos, etc.) dado que
algunas aplicaciones son desarrolladas para obtener información de
nuestro perfil y de nuestros contactos con fines que no son los
previsibles para el propio funcionamiento del juego, generalmente
para fines publicitarios, pero en algunas ocasiones, con fines
maliciosos.
Cuidado con los virus
Las
redes sociales se han convertido en un foco importante de
distribución de virus con el fin principal de robar información.
Existen muchas formas de distribuir virus, pero el objetivo del
delincuente es siempre el mismo: conseguir que pinchemos en un enlace
que nos descargará un virus o nos llevará a una página
web fraudulenta donde
se nos solicitará que introduzcamos nuestro usuario y contraseña.
Para
ello, los delincuentes utilizan vídeos o artículos “gancho”, y
falsas publicaciones que prometen informarnos de quién ha visitado
nuestro perfil o ha dejado de ser nuestro “amigo”.
Para
no caer en la trampa, debemos desconfiar de cualquier enlace
sospechoso, provenga o no de un conocido, ya que éstos también
pueden haberse infectado y estar distribuyendo este tipo de mensajes
sin ser conscientes de ello. Por tanto, debemos ignorar aquellas
noticias, vídeos o imágenes morbosas que nos invitan a salir de la
red para poder verlos, a instalar algún plugin o reproductor, etc.
Como
siempre, debemos disponer de un antivirus actualizado y estar
prevenidos ante cualquier comportamiento sospechoso. En caso de duda,
es útil realizar una pequeña búsqueda sobre el contenido en
Internet. Si se trata de un virus, no tardaremos en averiguarlo.
Cuida tu identidad digital
En
las redes sociales tenemos mucha información personal, fotografías
nuestras y de nuestros familiares, información sobre nuestros
gustos... por lo que resulta un campo interesante para personas
malintencionadas.
Con
tanta información al alcance, se pueden producir situaciones como el
robo de identidad o la suplantación de identidad.
-
Robo de identidad: Alguien se ha hecho con nuestra cuenta y se hace pasar por nosotros publicando o enviando mensajes en nuestro nombre. Ha accedido a través de nuestra contraseña.
-
Suplantación de identidad: Alguien ha creado un perfil con nuestros datos y fotografías para que la gente piense que somos nosotros.
Tanto
en un caso como en otro, el delincuente puede utilizar nuestra imagen
y nuestros datos para realizar acciones delictivas.
Para
evitar este problema, debemos tener mucho cuidado en entornos no
seguros: equipos compartidos o públicos y redes
WiFi no confiables.
Si es posible, lo más prudente es no acceder desde estos sitios. Si
lo hacemos, debemos recordar cerrar siempre la sesión al terminar, y
no permitir recordar la contraseña.
También
debemos denunciar al centro de seguridad de la red social cualquier
sospecha de suplantación, tanto si somos nosotros las víctimas como
si sospechamos que pueden estar suplantando a otra persona.
Si
pensamos que la suplantación de identidad puede haber ido más lejos
y que se han realizado actos delictivos con nuestra identidad,
debemos denunciarlo ante las Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE).
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